La suite de los Beatles

El 4 de julio de 1965, el servicial señor Carlos Rojas, jefe de recepción del Hotel Avenida Palace, tuvo que atender un montón de quejas de clientes irritados por el follón que escucharon la noche antes procedente de las habitaciones 109-111. Los sufridos huéspedes no sabían en aquel momento lasuerte que habían tenido por no pegar ojo. El que sería el grupo más famoso del mundo era el responsable de la juerga nocturna. Solo que entonces ignoraban que aquellos a los que buena parte de la prensa ridiculizó y tachó de «melenudos» iban a hacer historia en la música con mayúsculas.

La banda, en el salón Parrilla del hotel, donde dio una rueda de prensa. EL PERIÓDICO

Han pasado 45 años y el hotel, que sigue siendo propiedad de la saga de hoteleros Gaspart, les va a dedicar el homenaje que el momento se mereció. La llamada Suite Imagine anda estos días en plena reforma para rendir culto a la banda de Liverpool que (al margen de Madrid) solo actuó una vez en la Monumental de Barcelona y únicamente se alojó en este establecimiento en la ciudad. Los responsables de la cadena Husa dudaron en recrear la decoración de la época, aunque temieron que el resultado no fuera funcional, por lo que finalmente se ha optado por un interiorismo más moderno, pero plagado de guiños a la célebre banda: desde una zona con copias del valioso archivo documental de Magí Crusells (en la sala de la suite), hasta un bajo que perteneció a Paul McCartney, así como otros detalles que se verán a principios de octubre cuando se inaugure la renovada habitación, de 60 metros cuadrados.

No obstante, como explica Esther Angulo, la directora de márketing del hotel, será un estreno con clientes y fieles de la casa. Es decir, que no faltarán empresarios y familias de peso en la ciudad, que conocen tanto el alojamiento como sus grandes salones de celebraciones.

ATEMPORAL / Y es que si algo distingue al Avenida Palace es su esencia clásica, su fidelidad al estilo que lo vio nacer en 1952, cuando «Gaspart padre», como relata Angulo, levantó el edificio de cinco estrellas pensando en atraer a la crema de los viajeros de la época. Y vaya si lo consiguió. No solo por los Beatles, que el ahora jubilado Carlos Rojas tuvo que sacar por la cocina ante el colapso que se produjo en la Gran Via y en la entrada del hotel, después de haber dedicado unas palabras a la marabunta desde un balcón del primer piso.

Porque en sus 151 habitaciones han dormido otras muchas leyendas, desde el glamur de Hollywood exportado por obra y gracia de Rita Hayworth, Ava Gardner y Liza Minnelli, a talentos como Ernest Hemingway, Picasso, Joan Miró, Xavier Cugat, Manolete y un sinfín. Al margen del éxito de la sala conocida como el Sotanillo, donde Lola Flores, María Jiménez, la Chunga y demás folclóricas vivieron noches más agitadas aún que las de los Beatles.

Los años han pasado y el hotel se ha adaptado a los tiempos optando por ser un cuatro estrellas muy especializado en congresos y grupos, con estadounidenses y británicos adictos a su clasicismo como clientes estrellas. Aunque en pleno agosto el hotel respire cualquier nacionalidad gracias a su principal virtud: la ubicación, en Gran Via con paseo de Gràcia.

Y aunque las reformas se han sucedido (la última, en el 2005), el Avenida Palace no renuncia a sus moquetas, muebles sobrios, barandillas, dorados y otros signos que lo distinguen entre la superoferta hotelera (más de 320) que vive la Barcelona del 2010.

La habitación en la que John Lennon descansó (o no, vista la fiesta que improvisaron tras el concierto) se convertirá muy pronto en un reclamo internacional, aunque él ya nunca vuelva a pisarla.